Antienvejecimiento a los 40: Guía completa para el cuidado de tu piel

Antienvejecimiento: cuando llegas a los 40 años, ya has intentado cumplir este objetivo a través de hábitos en el cuidado de la piel que adquiriste al cumplir los 30, como estar hidratada, limpiezas faciales o permanecer alejada de las exposiciones prolongadas al sol. Es absolutamente necesario aumentar esos esfuerzos al llegar a los 40 y, si aún no has empezado, nunca es tarde para hacerlo.

Sin embargo, hay pasos adicionales que puedes llevar a cabo si empiezas a notar algunos de los efectos colaterales del envejecimiento, como finas líneas o sequedad. Aquí te traemos cinco “trucos Top” que puedes tener en cuenta a tus 40 para mantener tu maravillosa piel:

 

1. Inicia un tratamiento de vitaminas

 

Lo primero que deberías hacer si quieres comenzar tu lucha contra el envejecimiento es iniciar un tratamiento con vitaminas. Habla con tu médico para que te asesore y elegir el mejor producto para tu caso. En general, asegúrate de comenzar con dosis bajas de producto para observar cómo reacciona tu piel y no olvides usar siempre protección solar, ya que las vitaminas pueden aumentar la fotosensibilidad. Una vez que hayas introducido el uso de vitaminas en tu rutina, te encantará cómo de suave y radiante luce tu piel. Si quieres conocer más sobre nuestras vitaminas y sus propiedades puedes visitarnos en la clínica Esthetia.

 

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2. Peeling, ¿por qué no?

 

A muchas mujeres les encanta utilizar semanalmente mascarillas faciales para su piel y, aunque puede ser algo divertido y beneficioso, recomendaríamos emplear el tiempo y el dinero que suponen en un peeling facial en su lugar. Si encuentras el adecuado, notarás una mejoría en el tono, textura y firmeza de tu piel – especialmente si estás preocupada por las arrugas, poros grandes y rojetes, puedes verte beneficiada enormemente con el uso regular de este método. Puedes encontrar este tratamiento en nuestra clínica, pero si deseas hacerlo desde casa, podemos recomendarte productos ricos en ácido glicólico para una exfoliación química, así como retinol, producto esencial para el cuidado de la piel.
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3. Usa un exfoliante químico regularmente

 

Si no has incorporado ningún exfoliante químico en tu rutina de belleza, ahora es el momento de empezar. Los exfoliantes químicos son ideales para el drenaje de poros y la eliminación de piel muerta, sin la dura abrasión e irritación que puede provocar una exfoliación física.

Estos exfoliantes químicos se presenta de dos formas: los AHA (Ácidos alpha hidroxi), como el ácido gicólico, y los BHA (Ácidos beta hidroxi), como el ácido salicílico. Tendrás que experimentar para saber cuál de estas dos formas de presentación funciona mejor para tu piel; los BHA puede ayudarte mejor si tienes poros obstruidos o piel grasa, y los AHA te irán mejor si tienes una piel sensible. Puedes combinarlos utilizando dos productos diferentes o un producto 2-en-1, pero sé cuidadosa y protege tu piel del sol – los AHA incrementan la fotosensibilidad.

 

4. ¡Láser!

 

No tengas miedo de aplicarte un tratamiento con láser. Dependiendo del procedimiento, puede ser un tratamiento rápido y relativamente indoloro; en cualquier caso, el láser puede proporcionarte importantes resultados en el cuidado de tu piel. El láser no-ablativo ayuda a estimular el colágeno bajo la piel (que es lo que necesitas para conseguir mayor suavidad y una textura firme). Por otro lado, el láser tradicional de rejuvenecimiento de la piel, puede requerir algunas semanas de recuperación – pero es algo muy efectivo, porque destruye la piel vieja y dañada y permite el crecimiento de piel nueva. Si te preocupan las líneas finas, daños por exposición al sol, textura rugosa de la piel o las secuelas del acné, el láser puede ser una gran opción.

 

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5. Hidratación, hidratación y más hidratación

 

Según cumplimos años, nuestra piel se va secando de forma natural, por lo que asegúrate de mantener tu piel hidratada diariamente. No importa qué tipo de piel tengas, debes usar un hidratante con un al menos 30 de factor de protección solar, ¡sin excusas!

Y no te quedes ahí, cuando tienes 30 años puede que tengas suficiente con una aplicación diaria, pero a partir de los 40 es un buen momento para considerar incluir una crema para la noche – especialmente si tienes una piel seca o vives en un clima frío. Al elegir esta crema para la noche, busca ingredientes como antioxidantes (Vitaminas A, C y E y té verde), glicerina, ácido hialurónico y retinol. Evita productos con altos contenidos de alcohol que puedan secar tu piel, o con fragancias, que pueden irritarla.

Finalmente, sé generosa con esta hidratación, antes de acostarte y después, y no solamente en la cara, sino en tus manos, cuello y escote, tu piel te lo agradecerá. ¡Ahora y en el futuro!